Por Kátia Fernandes, Profesora Asistente de Geociencias, Universidad de Arkansas

 

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Los incendios en el Amazonas son el resultado de actividades humanas que generalmente empiezan con la deforestación a fin de despejar la tierra para la introducción de actividades agropastoriles. En su mayoría, los incendios se inician en partes no forestales de los paisajes, pero pueden escapar hacia bordes forestales permanentes y quemar el sotobosque.

Predecir cuan intensa será la temporada de incendios es esencial para la planeación de las medidas de prevención, pero modelar la actividad de los incendios como una función del clima requiere de varios años de datos. Afortunadamente, el registro satelital de incendios activos ha llegado recientemente a 20 años de continuas mediciones, y los modelos basados en esta información se están volviendo más robustos cada año con los datos que se agregan.

Uso de la temperatura de la superficie marítima para pronosticar incendios

Uno de estos modelos de predicción (Fernandes et al., 2011) usa el pronóstico de la temperatura de la superficie marítima inclusive desde marzo para predecir anomalías en la temporada de incendios de julio-septiembre. La temperatura de la superficie marítima es útil para el pronóstico porque las condiciones oceánicas se suman a la atmósfera y determinan los patrones de circulación atmosférica de gran escala en regiones remotas. Un ejemplo de ello es El Niño-Oscilación Sur (ENOS), que consiste en anomalías en la superficie marítima en el Pacífico tropical, pero afecta el clima de todo el planeta. Asimismo, cuando el Atlántico tropical norte se calienta por encima del promedio, los patrones de precipitación en Suramérica cambian en dirección norte, reduciendo la afluencia de humedad en el Amazonas, creando así condiciones de sequía. Las condiciones anormalmente frías de la superficie marítima tienen un efecto opuesto y empujan la humedad en dirección sur y hacia el Amazonas, creando condiciones más húmedas durante la temporada de incendios.

El índice de temperatura de la superficie marítima que se muestra en la Figura 1 se usa como un predictor de incendios en la temporada de julio-septiembre. En retrospectiva, los dos principales eventos de sequía de 2005 y 2010 en el occidente amazónico ocurrieron en años con un Atlántico tropical norte muy caliente con anomalías observadas en la temperatura de la superficie marítima de 0.48 °C y 0.52 °C, respectivamente.

Se prevé que el centro y sur de Perú, el norte de Bolivia y los estados de Acre y Rondônia en Brasil serán los más afectados

El pronóstico de julio-septiembre 2020 señala una anomalía de magnitud similar a los eventos de 2005 y 2010 (barra roja en la Figura 1). Esto sugiere que las condiciones oceánicas son favorables para las sequías durante la próxima temporada de incendios de julio-septiembre en el Amazonas. Los valores positivos en la Figura 2 indican áreas en donde se espera una temporada activa de incendios con anomalías en los próximos meses; los valores negativos representan áreas en donde se espera una actividad de incendios por debajo de lo normal.

Por lo tanto, se espera una temporada activa de incendios en la mayor parte del occidente amazónico – gran parte del centro y sur de Perú, norte de Bolivia y los estados de Acre y Rondônia en Brasil. Nótese que hay algunos pixeles negativos aislados (temporada menos activa de incendios) en el mapa, pero los resultados deben interpretarse en términos de comportamiento predominante en lugar de valores individuales.

Figura 1. Anomalías observadas (°C) para julio-septiembre (2000-2019) en la temperatura de la superficie marítima del Atlántico tropical norte y pronóstico para 2020.
La barra a la derecha ilustra la respuesta típica de la temporada seca relacionada con las anomalías en la temperatura de la superficie marítima del Atlántico.

Figura 2. Pronóstico estacional de las anomalías de incendios para julio-septiembre 2020. Unidades de desviación estándar.

Finalmente, el pronóstico de 2020 basado en el índice de temperatura de la superficie marítima se asemeja a la temporada activa de incendios de 2010 (Figura 3) cuando el Atlántico tropical norte registró las anomalías más calientes de los últimos 20 años.

Figura 3. Anomalías observadas de incendios en julio-septiembre 2010.

Es importante tener en cuenta que el clima determina solamente una parte de la variabilidad de la temporada de incendios. En ausencia de las actividades humanas, los incendios no existirían en el Amazonas, incluso en los años secos, mientras que un esfuerzo concentrado por quemar probablemente ocasionará más incendios de lo usual en años con precipitación normal ocasionando la temporada de incendios, como fue el caso en 2019. No obstante, asumiendo que las prácticas de uso de la tierra son similares de un año a otro, la propagación involuntaria de incendios depende de si la temporada seca es inusualmente seca o húmeda.

Mejorando la robustez del pronóstico y monitoreo de los incendios estacionales

SERVIR-Amazonia está trabajando en varios frentes para mejorar la robustez del pronóstico y monitoreo de los incendios estacionales. Esto incluye un esfuerzo de investigación por parte de un equipo liderado por NASA-Goddard. Adicionalmente, el pronóstico presentado aquí esta accesible vía una herramienta interactiva de mapeo vinculada a nuestro sitio web de SERVIR-Amazonia. La herramienta de mapeo permite al usuario conocer los pronósticos prospectivos y retrospectivos (predicciones modelo de años anteriores) con cuatro tiempos de inicialización (marzo, abril, mayo y junio). Además, los socios de SERVIR-Amazonia están planeando compartir los pronósticos y obtener retroalimentación de grupos interesados en la región. Se han planeado reuniones virtuales para los meses de abril y mayo para incorporar a las instituciones principales involucradas en el monitoreo, la prevención y la mitigación de incendios en Perú y Brasil.

 

Autora de este blog

Kátia Fernandes
Assistant Professor of Geosciences
University of Arkansas