Las mujeres indígenas extractivistas y agricultoras de la Amazonía trabajan con una amplia gama de productos. Cosechan castañas, babasú, extraen aceites, producen harina de yuca, pulpa de frutas, plantan cacao, pimienta, hacen artesanías y cultivan muchos otros tipos de alimentos en sus patios traseros, sus campos y sus bosques.

Utilizan técnicas de «cultivo sin fuego», método de producción muy común en la Amazonía y que no apela al fuego para «despejar» la tierra. Requiere fertilización con residuos de cultivos y bosques, lo que ayuda a conservar el suelo y la biodiversidad. Cultivan sus productos en Sistemas Agroforestales (Sistemas Agroflorestais – SAFs), que es otra técnica que usa una diversidad de especies y que proporciona alimento, ingresos y preserva los recursos naturales, sin aplicar productos químicos.

La producción es en sí misma una lucha diaria, pero no es la única que deben afrontar estas mujeres que viven y trabajan en la Amazonía, pues también quieren defender sus territorios, que puede ser uno colectivo como el del Proyecto de Desarrollo Sostenible Paraíso en el municipio de Alenquer, o pequeñas áreas privadas compradas o heredadas de sus familias como en São Félix do Xingu, ambos municipios del estado de Pará donde se superponen muchos intereses económicos, y las autoridades a menudo no puede llegar a tiempo para resolver problemas o hacer cumplir la ley. En estas condiciones, grupos de agricultores familiares, extractivistas y particularmente mujeres luchan en sus comunidades por defender sus derechos, su tierra y su forma de vida.

Las dificultades de esta lucha diaria las padecen más las mujeres, que necesitan conciliar las tareas de producción y reproducción social, es decir, las tareas domésticas del hogar y los niños, con las agrícolas y extractivas defendiendo sus territorios. Es así como, estas mujeres lo que quieren es información, y las herramientas tecnológicas pueden ser la solución que buscan.

Territorios como Paraíso SDP, por ejemplo, dado su tamaño, solo se pueden mapear y comprender en su totalidad mediante el uso de herramientas que permitan registrar imágenes, localizar ríos, carreteras, áreas de producción y amenazas reales a las que están sometidos.

Las mujeres de Paraíso SDP no tienen forma de conocer el tamaño exacto de sus áreas de cultivo, así como las condiciones ambientales y de conservación de éstas, así que una aplicación que utilice información geoespacial podría ayudarlas a estimar el potencial productivo de diferentes recursos dentro del territorio. También les gustaría obtener información sobre la agricultura familiar dentro del territorio, cuántas familias viven allí, qué producen y dónde están ubicadas. Con estos datos en la mano, estarían en mejores condiciones para planificar el desarrollo del territorio y defenderlo.

Como tal, una herramienta geoespacial, como la aplicación TerraOnTrack, ha permitido a estas mujeres ver cómo el acceso a esta información puede ayudarlas. Ellas han entendido que la aplicación es una herramienta bidireccional. Por un lado, pueden agregar información a una plataforma que reúne datos calificados para la investigación y la gestión del territorio, y por otro, pueden acceder a la plataforma y ver su territorio de manera amplia y calificada, usando la aplicación como instrumento para planificación y defensa.

Pero sus sueños no se detienen ahí. Como resultado de las necesidades de las comunidades donde viven, han sugerido otras funcionalidades para la aplicación, como el mapeo de enfermedades endémicas, las instalaciones de educación y salud públicas, los recursos naturales para turismo, entre otros recursos que, una vez mapeados, pueden ser usados, gestionados, cuidados y protegidos.

Para las agricultoras de la Asociación de Mujeres Productoras de Pulpa de Frutas (Associação das Mulheres produtoras de Polpa de Frutas – AMPPF) en São Félix do Xingu, otros temas forman parte de su lucha cotidiana.

Viven en pequeñas parcelas donde cultivan sus productos agrícolas dentro de sistemas agroforestales. Allí han introducido muchos árboles frutales junto a otros que ya tenían, lo que permite la producción de pulpa de fruta. Ellas se organizaron en una asociación a través de la cual adquieren equipos para producir celulosa; al tiempo que se sumaron a un proyecto de contratación pública para vender la celulosa al programa de alimentación escolar del municipio.

Todo iría bien si no fuera por las amenazas que sufren algunas de estas campesinas como consecuencia de las fumigaciones de productos químicos que realizan las grandes explotaciones ganaderas vecinas. Este químico, que llega a sus plantaciones, mata el cacao y otros cultivos frutales en sus huertos. Además, la minería ilegal contamina los ríos, afectando las actividades de pesca y esparcimiento en las comunidades de São Félix do Xingu.

Las mujeres han visto el potencial de una herramienta geoespacial en la defensa del territorio y han sugerido que una aplicación de esta naturaleza podría usarse, para identificar los centros de uso de agroquímicos porque perciben esta práctica como una amenaza, no solo para sus cultivos sino para el territorio en su conjunto.

En resumen, ¿cómo puede una herramienta SIG ayudar potencialmente a estas mujeres nativas extractivistas y pequeñas agricultoras en la Amazonía? En su opinión, una herramienta que recopila información sobre el municipio, que muestra las dimensiones espaciales donde se ubican, les ayuda a comprender el contexto en el que viven. Creen en la importancia de recopilar información real sobre lo que sucede en la tierra y también acerca de la amenaza a los recursos naturales y productivos de sus comunidades, y creen que pueden ayudar a mapear estos extensos territorios en la Amazonía. A su juicio, una aplicación que agrega información a un sistema es útil en la medida en que ésta pueda ser empleada por autoridades y organismos oficiales para entender mejor los problemas y necesidades de estas comunidades, y para que se puedan generar políticas públicas, al igual que proyectos y soluciones para las dificultades que enfrentan a diario.