Erika y Paola, Veedoras Forestales de FENAMAD, refuerzan la vigilancia de sus comunidades con información geoespacial

Durante el mes de abril, el Programa SERVIR-Amazonia con el apoyo de Conservación Amazónica – ACCA, socio del Programa en Perú, organizó un taller de capacitación sobre  Sistemas de Información Geográfica y Teledetección para el monitoreo de amenazas, dirigido a veedores forestales, en Puerto Maldonado, Madre de Dios.

A continuación, presentamos a Erika y Paola, dos mujeres indígenas de la Amazonía peruana que utilizan conocimientos geoespaciales para defender su territorio comunal.

Erika Pacaya Dancurt

La comunidad nativa Boca de Pariamanu se encuentra en la provincia de Tambopata, en el departamento de Madre de Dios, a orillas del río Las Piedras. La comunidad, con más de 4 mil hectáreas, está a dos horas de la ciudad de Puerto Maldonado, hora y media en auto, y media hora en deslizador. Allí viven alrededor de 40 familias, muchas descendientes del pueblo indígena Amahuaca que se dedican a la cosecha de la castaña, además de cultivos agroecológicos y  actividades turísticas. Sin embargo, también realizan vigilancia ante la amenaza constante de taladores de madera o minería ilegal.

Hace unos meses el Presidente de la Federación Nativa del río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD), Sr. Julio Cusurichi, visitó Boca de Pariamanu y animó a las mujeres a asumir más responsabilidades en la comunidad, ya que antes solo los varones eran directivos de la comunidad y veedores forestales. “Si lo que se necesita es entrar a la trocha para avistar cualquier invasor, ¿por qué no lo puedo hacer? Yo tengo los mismos derechos que los hombres”, dijo Ericka Pacaya Dancurt, madre de dos hijas y única mujer que pertenece a la veeduría forestal de su comunidad.

Como su hija menor ya creció, decidió ser Veedora Forestal para supervisar que no se realicen intromisiones de taladores o mineros ilegales en su territorio. Felizmente en su hogar, su compañero reconoce y apoya su labor.

Erika tenía algunos conocimientos de computación ya que estudió secretariado técnico en Puerto Maldonado. Esos conocimientos sirvieron para ser Veedora Forestal, lo que la llevó a coordinar con GEOBOSQUES, la plataforma del Ministerio del Ambiente para el monitoreo de los cambios sobre la cobertura de los bosques.

“Me dedico a vigilar porque me gusta conocer el territorio de mi comunidad, me gusta caminar por el monte. Muchas veces soy más rápida que los cuatro compañeros que conforman la veeduría, y más responsable porque llego temprano a las convocatorias. Yo siempre les gano”, dice Erika que recién este año se unió a Veeduría Forestal de Boca Pariamanu.

Gracias a la  capacitación referida a los Sistemas de Información Geográfica y Teledetección aplicada al monitoreo de amenazas, que promocionó el Programa SERVIR-Amazonia con el apoyo de FENAMAD, Erika ha podido mejorar sus conocimientos en sistemas geoespaciales y afirmar su vocación de servicio. “Lo que más me gusta de las capacitaciones es que nos enseñan a controlar nuestros territorios, mediante la toma de datos con GPS, y eso nos facilita para hacer un buen reporte solo con el uso de internet y nuestros celulares. Es más fácil y rápido”.

Erika debe estar alerta y actuar pronto porque sabe que la minería ilegal acecha los linderos de su comunidad y es responsable de la contaminación de  agua por uso del mercurio.

Paola Gabriela Quispe

La comunidad de Tres Islas se ubica en la provincia de Tambopata, en la sub-cuenca del Río Madre de Dios, donde los pueblos indígenas Shipibo y Ese’Eja, se asentaron a inicios del siglo XX. Hoy son más de 100 familias que viven en Tres Islas.

Al igual que en Boca Pariamanu, la tala y minería ilegal son las actividades que más perjudican a Tres Islas, afectando a la población con un alto nivel de contaminación de mercurio. Sin embargo, la comunidad organizada se mantiene unida para denunciar y reclamar ante cualquier amenaza.  Allí vive Paola Gabriela Quispe, una joven estudiante de Medicina Veterinaria, que se integró a la Veeduría Forestal hace unos meses.

“Como Veedora Forestal, salgo al monte dos o tres veces al mes, junto con mi compañero. He recibido capacitaciones sobre uso de drones y cómo ubicar madera ilegal”, menciona Paola.

No es la primera vez que se promueve el ingreso de mujeres a la Veeduría Forestal en Tres Islas. Hace como 5 años, 4 mujeres pertenecían al grupo de 10 veedores, pero poco a poco ellas se retiraron. Un incidente con una Veedora que puso en riesgo su salud, desanimó a la comunidad a incorporarlas de forma permanente. Sin embargo, ellas siguen participando en la directiva comunal. Se trata de mujeres mayores, por lo que se plantean animar a más mujeres jóvenes a ser dirigentes.

Parte de su lucha es enfrentar, en forma enérgica y sostenida, a los taladores y mineros ilegales que permanentemente ingresan a su territorio. Tres Islas es conocida, además, porque en el año 2003 nombró a  la primera mujer Presidenta de una comunidad nativa en Madre de Dios. Se trata de Juana Payaba Cachique, y fue un hecho inspirador para muchas mujeres en la comunidad, como es el caso de Paola. Por supuesto que parte de sus retos está en generar el apoyo de su familia en los cuidados de la casa, y así tener tiempo para desempeñar su labor y generar confianza en  la comunidad

Paola ha recibido diversos cursos de capacitación en drones y cómo cubicar madera, por ejemplo, pero considera este curso con FENAMAD y SERVIR-Amazonia como algo más integral, ya que presentó una introducción a los Sistemas de Información Geoespaciales y la Teledetección (SIG), los datos vectoriales y datos Raster, así como la recolección de datos en campo y cómo proyectarlo en un mapa, entre otros temas.

Erika y Paola destacaron en el curso por su interés y dedicación para aprender el manejo de los diversos sistemas presentados, reconociendo además los recursos oficiales peruanos.

 

Marina Irigoyen A.

Asesora en Género, Programa SERVIR-Amazonia

Abril 2022